Al recibir la noticia de que una adulta mayor se encontraba en estado de vulneración, la Defensoría del Pueblo, a través de la Delegación Provincial de Loja, acudió a la casa de esta persona perteneciente al grupo de atención prioritaria para verificar las condiciones en las que se encontraba.
La adulta mayor vivía sola y total abandono, lo que le generó un estado de depresión grave. Su deseo era regresar a vivir con su hija, pero el conflicto era que la misma no contaba con los recursos suficientes.
Por esta razón, la Delegación Provincial de Loja convocó a una reunión a sus ocho hijos, en la que se llegó a un acuerdo en lo que se refiere a la atención que deben darle a su madre. De ahora en adelante, todos tienen que cubrir gastos de salud, alimentación y vestido.