La Defensoría del Pueblo, como la Institución Nacional de Derechos Humanos, promueve la igualdad de oportunidades para todas las personas, en todos los ámbitos. En ese contexto, extendió una felicitación y un saludo fraterno a las seleccionadas de fútbol de Ecuador, quienes representaron al país en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, Canadá 2015, convirtiéndose en un hito histórico del deporte y la lucha de igualdad de género.
El fútbol, antes un deporte practicado exclusivamente por hombres, es hoy, un espacio inclusivo, pues las mujeres, en los últimos años se sumaron a la práctica del mismo. Este deporte, catalogado como una práctica exclusiva para hombres y que ha robado las miradas de millones de fanáticos en el mundo entero, ha impulsado la igualdad y la integración de la mujer, acción aplaudida por la Defensoría del Pueblo.
En Ecuador, el fútbol femenino no alcanza el mismo nivel de desarrollo que en otros países pero su progreso ha es innegable.
Respecto al tema, el Defensor del Pueblo, Ramiro Rivadeneira Silva, señaló “personalmente tuve la suerte de haber asistido al partido eliminatorio contra Argentina y disfruté de un triunfo profesional y aguerrido. No sabía entonces si iríamos al mundial, pero ya percibía que algo importante se estaba gestando deportiva y socialmente, y cuando se alcanzó el objetivo ratifiqué que gracias a ustedes podemos hablar de una nueva historia en el deporte femenino ecuatoriano”.
A pesar de que los resultados alcanzados en esta experiencia mundialista no fueron los deseados, no se puede minimizar el éxito deportivo y social que ha significado el hecho de que por primera vez en la historia ecuatoriana la selección de fútbol femenina haya alcanzado un cupo en esta importante copa del mundo.
Esta participación representa un primer paso para seguir luchando por la igualdad de género y para alcanzar el mismo nivel de competitividad. Cabe señalar que este no es un reto que corresponda solamente a las deportistas, sino también las autoridades y la institucionalidad competente, que debe continuar apoyando desafíos como estos, con el fin de lograr una sociedad más incluyente y justa, en la cual todas y todos los ecuatorianos tengamos los mismos derechos y oportunidades.