El 10 de mayo de 2017, tras la Acción Extraordinaria de Protección presentada por la Defensoría del Pueblo para proteger los derechos de B.P. (nombre protegido), la Corte Constitucional en sentencia emitida dentro del caso 0288-12-EP dispone a la Asamblea Nacional que, en el plazo no mayor de un año, adopte las disposiciones legales necesarias para regular el procedimiento de cambio de sexo de las personas transexuales.
Además, por decisión de la Corte, la Dirección General del Registro Civil, Identificación y Cedulación, deberá marginar en la inscripción de nacimiento de B.P. su cambio de sexo de femenino a masculino, a fin de reparar susderechos al libre desarrollo de la personalidad e identidad que fueron vulnerados.
La decisión de la Corte constituye un precedente histórico en el Ecuador, en el marco del ejercicio de los derechos a la igualdad y no discriminación reconocidos en la Constitución de la República. Las personas transexuales viven a diario la discriminación. La lucha constante por ser aceptadas en la sociedad, con el sexo que se identifican, enfrenta a este grupo social, la mayoría de veces, al rechazo, desprecio, ofensas, distinción y exclusión en las relaciones cotidianas, en el trabajo, o en el acceso a servicios públicos y privados. Inclusive, las personas transexuales son vulnerables a las agresiones físicas y verbales. Su vida misma se encuentra en riesgo.
En el caso de B.P. sufrir la indignidad de tener nombre de hombre y seguir siendo identificado como mujer, afectó su calidad de vida, su estabilidad emocional e incluso provocó aislamiento social. Por ello, este ciudadano recibió la sentencia con emoción. “Aún estoy estupefacto y sin poder creer este utópico resultado, donde se cristalizan todas mis aspiraciones … y mi derecho a la integración social”. Por su parte, Ramiro Rivadeneira Silva, Defensor del Pueblo, se mostró satisfecho por la medida de la Corte Constitucional, a la que calificó como un precedente valioso en el desarrollo de la vida digna de las personas LGBTI y un hito en la cruzada contra la discriminación.
En los años 70, Harvey Milk, activista LGBTI estadounidense expresó: “He probado la libertad. No voy a renunciar a aquello que ya he probado”. El caso B.P., sin duda, abre un camino de avances y desafíos para el progresivo desarrollo de los derechos en nuestro país; para lo cual, tanto sociedad como Estado deben aunar esfuerzos que garanticen el absoluto respeto de la dignidad humana.