“El machismo es el miedo de los hombres
a las mujeres sin miedo”
Eduardo Galeano
En el Ecuador históricamente se han desarrollado procesos para alcanzar la igualdad de género tanto en el ámbito público como privado. Para el año 2008 la Constitución de la República incorporó un conjunto de principios y derechos dirigidos a enfrentar la inequidad y violencia de género, así como la discriminación.
Sin embargo, los avances normativos se enfrentan aún a una cultura arraigadamente patriarcal y androcéntrica, la que se refleja en prácticas sociales e institucionales que reproducen, no solo un enfoque sexista y machista, sino también la ausencia de estrategias y acciones que promuevan la igualdadde género y la no discriminación dentro de la institucionalidad y en el marco del servicio a la comunidad.
El mandato de la Defensoría del Pueblo de Ecuador de manera general demanda la protección y tutela de los derechos humanos de todas y todos los habitantes del Ecuador, garantizando la no discriminación por sexo, orientación sexual, género, edad, cultura, creencias, entre otros; es así que la Institución procura contribuir en la construcción de una sociedad que integre el enfoque de igualdad de género y de derechos humanos, a través de la utilización y creación de herramientas y espacios que faciliten la concepción y vivencia de roles y relaciones sociales equitativas, aportando al mejoramiento de la calidad de vida.
Para el efecto, nos hemos propuesto construir una estrategia cuya manifestación formal es una política institucional que de manera significativa aborde desde lo cotidiano la inequidad estructural interiorizada en servidoras y servidores de la institución, reforzando el conocimiento detallado de lo que implica la igualdad de género, sumado a la aplicación de medidas que garanticen su tranversalización.
Es fundamental reconocer que el Plan Nacional del Buen Vivir especifica que toda política de las instituciones públicas debe considerar la equidad de género y propender de esta manera a la eliminación de la discriminación en general; lo cual determina un marco referencial sobre el cual nos hemos propuesto construir una política de igualdad de género.
Es un deber ineludible profundizar en la construcción de un Estado y una sociedad de derechos y democrática; eso solo será posible si la institucionalidad y las comunidades incorporan en su accionar y perspectiva el enfoque de derechos humanos, de igualdad de género y de respeto a la diversidad.
A esta lucha histórica, sumamos un acto más. Lo que quede por construir será tarea de todos y todas
Ramiro Rivadeneira Silva
Defensor del Pueblo Ecuador
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