En el marco conmemorativo del “Día Mundial contra la Trata” que se lleva a cabo cada 30 de julio, la Defensoría del Pueblo de Ecuador presentó este viernes 29 de julio su informe sobre las políticas públicas y la respuesta institucional de los Estados contra la Trata de Personas en la Región Andina.
La trata de personas es un delito que explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos, incluidos el trabajo forzoso y el sexo. La Organización Internacional del Trabajo calcula que casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso.
En Ecuador se evidencian casos de trata internacional y de trata interna. Se han reportado casos en la frontera con Colombia cuyos fines son delictivos y de reclutamiento forzado; con Perú cuyos fines son de explotación laboral y sexual; y en las provincias de la sierra central del país cuyos fines son de mendicidad y trabajo forzoso (UNODC, 2011). No obstante, en el país la persistencia de prácticas como la naturalización del delito de trata, la aceptación social de algunas formas de explotación, la confusión generada con otros delitos, la dificultad para la identificación de las víctimas de trata, han invisibilizado la magnitud de la trata de personas.
En el evento participaron Ramiro Rivadeneira Silva, Defensor del Pueblo; Bárbara Hess, Directora GIZ en Ecuador; y Carina Argüello, Subsecretaria de Seguridad del Ministerio del Interior. A su vez, Alfonso Cajiao, Defensor del Pueblo de Colombia, felicitó la convocatoria de la Defensoría del Pueblo de Ecuador.
Bárbara Hess destacó que este es el primer esfuerzo regional para combatir conjuntamente este delito, además de recalcar el apoyo de GIZ ante una problemática mundial.
Por su parte Carina Argüello, señaló la prioridad del Estado ecuatoriano para afrontar este flagelo e informó sobre el trabajo interinstitucional para luchar contra este delito.
Ramiro Rivadeneira, en su intervención agradeció el compromiso de las instituciones nacionales de derechos humanos de la región andina por asumir este reto de intervención ante una problemática social e invitó a su vez a la ciudadanía a romper el silencio y no permitir que este mal se naturalice pues detrás de la trata hay personas a quienes se les vulneraron sus derechos y que necesitan de nuestro esfuerzo.