Vía telemática se desarrollo el evento “Bibliotecas y Derechos Humanos: Retos y Posibilidades”. En la cita participaron panelistas de reconocida trayectoria como: Tanya Benítez, directora de la Biblioteca y Archivo de la Casa de La Cultura Ecuatoriana; Ricardo Ortiz, analista de la Biblioteca del Centro de Estudios y Difusión del Derecho Constitucional; Katia Flor, directora de la Biblioteca Nacional del Ecuador; y Argentina Chiriboga, escritora afroecuatoriana.
En las experiencias expuestas durante este encuentro, se destacó cómo desarrollaron la pasión por la lectura desde la infancia, las destrezas adquiridas a partir del acceso a la información, el conocimiento, la imaginación y más bondades derivadas del maravilloso mundo de las letras.
El trabajo de la Institución Nacional de Derechos Humanos no solo es proteger cuando ocurre una vulneración de derechos, el mayor reto es prevenir su vulneración y el conocimiento con enfoque de derechos es una llave para lograrlo sostuvo Christof Tononi, director de administración del conocimiento de la Defensoría del Pueblo de Ecuador.
Argentina Chiriboga destacó que los libros son como un amigo fiel y que es necesario que las bibliotecas se adapten a las necesidades de la población, adecuando sus espacios y horarios. Es más, deben ser móviles y llegar a aquellos lugares donde prevalecen brechas tecnológicas.
Tanya Benítez y Katia Flor coincidieron en que el rol de las bibliotecas va más allá del préstamo del libro. Las bibliotecas constituyen un lugar de gestión cultural que camina a la par de las necesidades de la sociedad y para la democratización del conocimiento.
Por su parte, Katia Flor apuntó que es necesario que exista una profesionalización del personal que brinda servicios bibliotecarios. Además, se requiere que la planificación de actividades en las bibliotecas incluyan, como factor clave, el encuentro presencial interpersonal.
En momentos de crisis las bibliotecas nos abren las puertas con su paz, a través del arte, la literatura, para vivir otras experiencias, para curar, sostuvo Tanya Benítez, por ello se habla de la transformación de las bibliotecas como lugares de resiliencia. Es un espacio donde se puede escapar de los problemas. Los libros son un refugio, una salida a otra realidad donde puedes encontrar calma, subrayó Tanya Benítez.
Finalmente, Ricardo Ortiz precisó que durante la pandemia se incrementó el número de personas lectoras. En cuanto a la digitalización de los libros, apuntó que esta tiene limitaciones debido a los derechos de autor, sin embargo, es posible gracias al Código Ingenios. Digitalizar libros es posible, siempre y cuando no sean de uso comercial y si se trata de únicos ejemplares para su preservación. Hay quienes prefieren leer en formato físico que en digital, por lo tanto, no es viable optar al 100% por la digitalización, concluyó Ricardo Ortiz
La Defensoría del Pueblo de Ecuador, a través de su biblioteca física y digital especializada en Derechos Humanos y de la Naturaleza, mantiene su compromiso de fortalecer los procesos de intercambio de saberes y de promoción del conocimiento con enfoque de derechos.